martes, 22 de marzo de 2011

Todos mis libros.


No es que hubiese desaparecido, pero cierta pucelana me convenció y esperé a terminar este libro para hablar de él. Ya se sabe, las mareas van y vienen...


¿Que voy a decir de Matute? Estos cuentos son algunos de los primeros de la escritora infantiles, pero se ve en el fondo el Paraíso Inhabitado y los unicornios que corrían por el campo. Prácticamente es un canto a la infancia, pero con un toque melancólico como tienen el ya nombrado Paraíso Inhabitado o Gudu. Los niños de estos cuentos tienen que crecer pero sin perder su infancia, aunque finalmente, la infancia se pierde y no vuelve más. Es lo que creo que hace especial sus libros, que te calan en lo más profundo por que sabes que lo que dice es verdad, pero tan verdad que te hace llorar. A todos nos gustaría ser niños para siempre, o al menos, tener eso que hace especiales a los niños, poder ver gnomos en las ventanas y dejar la dentadura postiza en la cama, a ver si con suerte el hada de los dientes nos trae algún regalo. El libro está compuesto por nueve cuentos.


El saltamontes verde: El cuento de un niño que perdió su voz y recorre el mundo para recuperarla.Para ello tiene la ayuda de su pepito grillo particular, esta vez un saltamontes. En realidad el pequeño puedo entender a los animales y al mundo a su alrededor, pero nada le apena más que no tener su voz y que el resto lo entiendan.

El aprendiz: Una pequeña metáfora del egoísmo. Cuento de navidad, lejos de esa fecha. Ebenezer Scrooge convertido en un tendero que tiene agobiados a todos en el pueblo, pero un chaval aparecido de ningún lugar, consigue que al final el viejo vendedor comprenda que lo importante no es el dinero.

Caballito Loco: Otra pequeña metáfora sobre la amistad de un caballito y su dueño, un ladrón.

Carnavalito: Creo que es de las que más me gustan, después de una guerra, un grupo de niños luchan contra la tristeza de los mayores.

El polizón del Ulises: Sin ninguna duda, el mejor de todos. Un niño que ayuda a un ladrón a refugiarse de la policía, al final siempre la amistad y la recién llegada madurez que conlleva la perdida de la infancia. Resulta un poco frustrante, el niño quiere viajar, quiere ver el mundo a su alrededor... pero termina aceptando que tiene que quedarse en casa, cuidando de su familia. Bueno, no es malo... pero es triste.

Solo un pie descalzo: Se podría decir que es la semilla de Paraíso Inhabitado, ya que el tema es muy similar, por no decir idéntico. Se cambian unicornios en los cuadros por el pequeño Homolumbú que lleva a la niña protagonista a un camino por su infancia desgraciada a una juventud más feliz.

El verdadero final de la Bella Durmiente: Todos sabíamos que las princesas no acaban comiendo perdices. Es un final alternativo totalmente anti Disney, cosa que me parece muy bien, ya que Disney ha hecho mucho mal a nuestra visión del amor, que no es para nada como dicen en las películas románticas. Ni los príncipes son azules, ni las princesas ñoñas y las perdices no están tan buenas.


Yo diría que este libro es fantástico para aquellos que disfrutan con los libros de Matute, pero si no es tu caso, regalaselo a un niño pre-adolescente, que lo entenderá muy bien y le explicará la vida de una forma muy real, lejos de estereotipos ñoños. La realidad en su forma más sincera, el amor, la amistad, el egoísmo... Espero conservar este libro y que pase a mis hijos y a mis nietos.